El vinilo nunca muere: oda de amor por un formato
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Un simple surco puede llevar emociones y sentimientos que marcan una vida. Una aguja que lee las deformaciones de esa curva puede contener horas de diversión. El vinilo, en su extensión, es historia. Legado centenario de la música que con la llegada del mundo digital perdió comba. Pero el destino es caprichoso, tanto que durante el último lustro ha traído de nuevo el formato en su máxima expresión.
Se estima que durante 2015 se vendieron más de 15 millones de discos de vinilo. En Estados Unidos, la Asociación de Industria Discográfica registró ingresos por valor de 416 millones de dólares, el mejor año desde 1988 (sí, hace casi 30 años). En Amazon, el aparato más vendido fue el tocadisco. Y en España, según datos de Promusicae, la venta de vinilos creció un 39,2 por ciento.
Las cifras hablan por sí solas: el formato ha vuelto con más fuerza que nunca. No obstante, nos hemos dirigido a cuatro de las tiendas de música con más solera de Sevilla para preguntar por él. Que ellos nos resuelvan las dudas, que para eso son los expertos.
Casi unanimidad
A todos y cada uno de los entrevistados de este reportaje se les hizo una pregunta muy simple para comenzar: ¿existe un auge del vinilo? En palabras de los propios entrevistados, la respuesta es sí casi con unanimidad. “Hay un auge absoluto. Anteriormente, cuando se creía que el vinilo se había quedado abajo, siempre se había estado vendiendo, pero ahora las bandas están volviendo a hacer sus propios discos en vinilos. Se nota mucho que hay una cultura nueva del vinilo y se nota en las ventas, claro“, indica Charlie Yañez, de Discos Latimore.
“No llega a los niveles de los ochenta porque hay más formatos, pero sí es verdad que se le ha vuelto a poner en el sitio donde se merece. El sonido analógico, al menos para mí, suena mucho mejor, además es un objeto grande, una obra de arte, no es una cinta o un MP3. Es algo tangente”, puntualiza Yañez con cierta nostalgia.
Esta opinión tan concisa es compartida por José María Villalobos, responsable de comunicación de FNAC. Para “Villa”, “sí que existe” un auge como tal: “Hemos aumentado la cantidad de vinilos y los estamos potenciando con campañas propias, cosa que antes no hacíamos. Incluso potenciamos la importación, porque hay muchas cosas que el comprador de vinilo no encuentra aquí, así que tenemos un potente servicio de exportación de vinilos que siempre está a tope, que nos traen cosas que son difíciles de conseguir. Estamos muy contentos”.
Además, José María recalca que este impulso en el sector del vinilo es bastante especial, “ya que hay que tener en cuenta que ahora son mucho más caros que antes“. “Es una cosa extraña lo que hay alrededor del mismo, y parece que ha vuelto para quedarse durante una temporada”, incide.
FNAC ha ampliado su sección para vinilos este pasado mes.
Luis Díez, de Sevilla Record, también está de acuerdo con el resto de entrevistados, aunque con ciertos matices: “Hombre, en comparación con el bajón sufrido, claro que ha repuntado, pero tampoco a los niveles que conocíamos de los ochenta. Pero sí, claro que existe auge, porque se está imponiendo el formato digital y la venta de compatibles está cayendo en picado, así que las compañías intentan salvarse con el relanzamiento del vinilo“.
Unanimidad en todas las respuestas, salvo para Hugo Perona, de Totem Tanz. Para Perona, “lo del auge del vinilo es una información falsa, un invento publicitario de los medios de comunicación para vanagloriar algo“. “Simplemente, infundido por las compañías discográficas o por cualquier cosa. Si preguntas a cualquier persona que vendiera coches hace 5 años, te dirá que antes vendía poco y ahora vende muchos. Eso no significa que los coches estén en auge, simplemente estamos saliendo de la crisis y la gente tiene un poco más de dinero, entonces lo gasta en ocio. Esto no lo hacía años atrás”, argumenta.
“No por eso se han dejado de vender discos. Si te fijas en los lanzamientos, siempre han seguido saliendo vinilos. Sí es cierto que un amplio público, que antes consumía CDs, ha abrazado muy fuerte el mundo digital. El que ha comprado vinilos es un tipo que le gusta poseer el producto en formato físico. Antes tenía dinero dinero para comprarse 15 todas las semanas, con la crisis 1 al mes, y ahora se compra 2 ó 3 y va rebuscando ofertas“, apostilla.
Hugo Perona, en Toten Tanz.
El futuro
Las cifras hablan y las tiendas, casi en su totalidad, están de acuerdo con que existe un repunte en las ventas de vinilo. Sin embargo, ¿qué esperan para el futuro? ¿Crecimiento, estancación o un mantenimiento de los guarismos actuales? “Yo creo que el formato crecerá. Llegará un momento donde suba. No es un formato nuevo o que esté en prueba, es una cosa que ha vuelto a resurgir y lo ha hecho para quedarse por derecho”, dice Yañez.
Villalobos no se quiere mojar, aunque pone caso propio: “No sé, yo mañana voy a comprar tres (risas). Aunque vendí muchos en época de estudiante, tengo mi colección de vinilos maravillosa y voy ampliando con ofertas y promociones. Como melómano no puedo decir que no a un buen clásico de los setenta y los ochenta. Los grabados originalmente en vinilos prefiero escucharlos en el analógico, que es donde fueron grabados”.
Luis Díez también apoya la tesis de Yañez y apuesta en positivo: “Creo que se mantendrá e incluso subirá. El vinilo es algo real. El tema digital es muy cómodo y práctico, pero es muy frío. Es más, yo pienso que se volverá a grabar en analógico y demás. Es realmente como coges la vibración de las bandas. Capturas más fiel lo que los grupos intentaban reproducir”.
Y Perona, por su parte, vuelve a ofrecer una visión menos festiva del vinilo como producto: “Espero como mínimo que se mantenga. Y no, no va a crecer. Spotify es el gran cáncer hoy en día“.
El CD también tiene hueco en Sevilla Record.
Tócala otra vez
El vinilo como producto es especial. Todos los entrevistados destacaron que la calidad del mismo no se puede comparar ni con el CD ni con el formato digital. Evocaban nostalgia en cada una de sus palabras e incluso se dejaron caer con una muestra de amor al formato, como ocurrió con Charlie Yañez: “El mundo del vinilo es apasionante. Primero porque es música. Y segundo porque es un tipo de coleccionismo, que tiene mucho de ritual y que se disfruta una barbaridad“.
Y Villalobos, por su parte, recomendó unos cuantos a todos los que piensen en adentrarse en este mundo: “Que empiece por el Forever Changes de los Los Ángeles Love o el The Dark Side of the Moon de Pink Floyd, que es un disco del 73 que era tan perfecto en calidad que la gente cuando se compraba un equipo de música usaba el mismo para comprobar la calidad de este. De hecho, cuando se estrenó el muro de Pink Floyd en el 79, ese disco estaba todavía entre los más vendidos del mundo. Su ingeniero de sonido, Alan Parsons, unas décadas después, tuvo carrera como grupo, fue cuando curiosamente hubo una renovación del formato con el CD”.
Tradición, mitomanía y, por qué no, un poco de invocación a cualquier tiempo pasado fue mejor. Da igual cuál sea el factor en cuestión: que el vinilo vuelva a estar en la boca de todos es un aspecto positivo. De no ser así, este reportaje no habría existido.
Fotografía: Laura López Maldonado
Fuente original: http://www.adslzone.net/lab/curiosidades/vinilo-nunca-muere-oda-amor-formato
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